Malanje- El arzobispo metropolitano de Malanje, Don Luzizila Kiala, reiteró hoy domingo la necesidad de que las familias participen en el proceso de educación de los ciudadanos para la preservación de los bienes públicos, con el fin de promover la dignidad y el bienestar de todos.
Al intervenir en una misa de acción de gracias, en alusión al 92º aniversario de la ciudad de Malanje, que se celebra el 13 de este mes, el prelado destacó que se debe inculcar la cultura del cuidado de los bienes públicos, como compromiso común y participativo en la familia, ya que constituye el núcleo fundamental de la sociedad.
Además de estas prácticas, Dom Luzizila Kiala llamó a las familias a asumirse como promotoras de ternura y compasión, así como guardianas de la reconciliación y del respeto mutuo, con miras a construir la paz entre los angoleños.
Durante la homilía, reconoció que la ciudad de Malanje ha logrado algunos avances, pero destacó que aún quedan muchos desafíos, con aras a satisfacer las aspiraciones de sus habitantes.
Al final de la misa, el administrador municipal de Malanje, Fernandes Cristóvão, reiteró la necesidad de que los ciudadanos cuiden los bienes públicos, evitando actos de vandalismo que requieran reinversión en los mismos proyectos sociales.
Por otra parte, el responsable destacó que, ante el crecimiento demográfico que viene experimentando la ciudad, se trabaja en la construcción de nuevas escuelas, hospitales y otros proyectos sociales, en el marco del Plan Integrado de Intervención en Municipios (PIIM ), con el fin de garantizar mayor calidad de vida a los ciudadanos.
Mientras tanto, los diputados Mardanês Calunga y Ana da Purificação expresaron su continua promoción ante las estructuras centrales, para que la ciudad de Malanje pueda dar pasos hacia el desarrollo.
Destacaron como prioridades locales la recalificación de calles, mejoramiento de espacios verdes, alumbrado público, sin descuidar la construcción de más escuelas y hospitales e incrementar la oferta laboral para los jóvenes.
Malanje fue elevada a la categoría de ciudad el 13 de febrero de 1932, por el primer gobernador del entonces distrito, Veríssimo Sarmento, mediante Diploma Legislativo número 313, del régimen portugués. ACC/PBC/EP