Luanda - La visita del Presidente de la República al Parlamento es siempre un momento de capital importancia para la reafirmación de la democracia, ya que es la única oportunidad, durante el año, que el Titular del Poder Ejecutivo se cruza con el Poder Legislativo.
Por António Tavares, periodista de ANGOP
Sin embargo, la relación de la Asamblea con otros órganos soberanos está constitucionalmente sujeta al principio de separación de poderes e interdependencia.
El Mensaje sobre el Estado de la Nación es un acto sublime para la construcción de la democracia, la libertad y la estabilidad política que todos debemos preservar, pues son legados de gran importancia, y el Presidente de la República cumple con su papel, como garante del regular funcionamiento de las instituciones.
Otro momento con igual simbolismo ha sido cuando los poderes Ejecutivo y Judicial se cruzan en la apertura del año judicial.
El artículo 157°, apartado 2, de la Constitución de la República de Angola establece que "cada sesión legislativa comienza el 15 de octubre y tiene una duración de un año, siendo los intervalos fijados en las leyes que rigen la organización y el funcionamiento de la Asamblea Nacional".
El artículo 118° de la Constitución establece que el Presidente de la República deberá dirigir al país, en la apertura de cada año parlamentario, en la Asamblea Nacional, un mensaje sobre el Estado de la Nación y las políticas recomendadas para resolver los principales problemas, promoviendo la bienestar de los angoleños y desarrollo del país.
A esta sesión, la Asamblea Nacional invita al cuerpo diplomático acreditado, autoridades religiosas y militares, representantes de la sociedad civil y los medios de comunicación.
En este caso, se trata de la apertura del II Año Legislativo de la V Legislatura, referido al quinquenio 2022-2027, como resultado de las últimas elecciones.
El Estado angoleño tiene tres poderes consagrados constitucionalmente, que ejercen sus competencias formalmente de forma independiente entre sí, existiendo siempre interdependencia de funciones y cooperación entre ellos, siempre dentro de los límites establecidos por la Constitución.
En cuanto a las relaciones institucionales entre el Presidente de la República y el Parlamento, cabe decir que el Ejecutivo y el Legislativo van de la mano.
Es decir, se trata de un “matrimonio indisoluble”, porque durante el mandato y legislatura de uno y otro, son independientes, pero obligados a vivir en común, y no pueden separarse por grandes que sean las diferencias o conflictos.
En este sentido, cabe destacar también la existencia del Ministerio de Asuntos Parlamentarios, encargado de velar por las relaciones entre el Ejecutivo y el Parlamento, y con los grupos parlamentarios.
Sin embargo, en Angola el Presidente tiene la iniciativa de revisión legislativa y constitucional, por lo que comparte el poder legislativo con el parlamento, y los poderes legislativos del Presidente pueden contribuir a la estabilidad política y gubernamental.
En las funciones de control y fiscalización política, la Asamblea Nacional verifica y evalúa los decretos legislativos presidenciales autorizados, recibe, analiza y aprueba el Presupuesto General del Estado, pudiendo reducir, pero no aumentar, los gastos.
A su vez, el Presidente promulga leyes y emite decretos legislativos presidenciales.
En definitiva, se puede afirmar que la relación interorgánica entre el Presidente y la Asamblea Nacional se caracteriza básicamente por la interdependencia a través de la coordinación y cooperación entre los órganos soberanos.
El Presidente está supervisado por el poder Legislativo y controlado por el poder Judicial.
