Nueva York - El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, pidió este domingo que se garanticen "rutas seguras y legales" en el mar Mediterráneo, tras el naufragio de al menos 59 migrantes frente a las costas de Calabria en Italia.
“Otro horrible naufragio cobró la vida de decenas de personas, incluidos niños, esta vez frente a las costas de Italia. Repito: todos aquellos que buscan una vida mejor merecen seguridad y dignidad”, dijo el secretario general de Naciones Unidas, sobre el naufragio que se produjo el domingo por la mañana.
“Necesitamos rutas seguras y legales para los migrantes y refugiados”, agregó António Guterres.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, se mostró conmocionado por lo sucedido e indicó que “es hora de que los Estados dejen de discutir y lleguen a un acuerdo sobre medidas justas, efectivas y compartidas para evitar más tragedias”.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), encabezadas por el portugués António Vitorino, reiteraron que los mecanismos de rescate de la Unión Europea son necesarios. Los estados miembros deben "aumentar los recursos y las capacidades para cumplir efectivamente con sus responsabilidades", dijeron.
Una idea subrayada en una declaración del representante de ACNUR para Italia, la Santa Sede y San Marino, quien señaló que, “en un contexto histórico caracterizado por personas que huyen de conflictos y persecuciones, es más necesario que nunca fortalecer la capacidad de rescate, lo que todavía es insuficiente para evitar tragedias como ésta".
"Es inaceptable presenciar tales horrores, con familias y niños confinados en barcos naufragados e innavegables. Esta tragedia debe impulsarnos a actuar y actuar de inmediato", dijo Chiara Cardoletti.
Al menos 59 personas murieron al hundirse una embarcación con migrantes cerca de la localidad italiana de Crotone, según el último balance realizado por un alcalde de esa localidad de Calabria, en el sur de Italia.
"Hasta hace unos minutos, el número de víctimas confirmadas era de 59", dijo Vincenzo Voce al canal de noticias Sky TG-24.
En el balance anterior, los equipos de rescate italianos encontraron 45 cuerpos de migrantes y 80 sobrevivientes del naufragio, pero temían que pudiera haber más víctimas mortales.
Entre las víctimas hay muchos niños, incluido un bebé recién nacido, y mujeres, según los rescatistas.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su "profundo pesar" por la tragedia en un comunicado y dijo que era "criminal poner un barco de 20 metros con 200 personas a bordo y un pronóstico de mal tiempo" en el mar.
La incertidumbre sobre el número de víctimas se debe a diferentes informes de los sobrevivientes sobre las personas que viajaban en el barco que se hundió.
El número de pasajeros adelantados por los sobrevivientes varía entre 150 y 250, dijeron miembros de los equipos de socorro, que admitieron que hubo dificultades para comunicarse con los migrantes debido a las diferencias de idioma.
La prensa italiana informó que los migrantes son de Irak, Irán, Siria y Afganistán, luego de mencionar inicialmente la presencia de paquistaníes.
Según los guardacostas, la embarcación se partió en las rocas a pocos metros de la costa, en un momento en que el mar estaba muy embravecido.
Las imágenes de la policía italiana mostraron restos de madera esparcidos a lo largo de cien metros de playa, donde muchos rescatistas y sobrevivientes esperaban ser trasladados a un centro de recepción.
El hundimiento se produjo pocos días después de que el parlamento italiano aprobara nuevas reglas controvertidas sobre el rescate de inmigrantes por parte del ejecutivo dominado por la extrema derecha.
Meloni, líder del partido de extrema derecha Fratelli d'Italia, asumió como jefe de un gobierno de coalición en octubre de 2022 tras prometer reducir el número de inmigrantes que llegan a Italia.
La nueva ley obliga a los barcos humanitarios a realizar solo un rescate a la vez, lo que, según los críticos, aumenta el riesgo de muerte en el Mediterráneo central, considerado el cruce más peligroso del mundo para los migrantes.
La ubicación geográfica de Italia lo convierte en un destino principal para los solicitantes de asilo que se trasladan del norte de África a Europa, y Roma se ha quejado durante mucho tiempo del número de llegadas a su territorio.
En reacción a la tragedia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, llamaron a los Estados miembros a acelerar un acuerdo sobre política migratoria.
Según el Ministerio del Interior, casi 14.000 inmigrantes han desembarcado en Italia desde principios de año, frente a unos 5.200 durante el mismo período del año pasado y 4.200 en 2021.