Lisboa - La adopción de un texto final, la Declaración de Lisboa, debe marcar hoy el final de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, en la que se reconoce que se necesita más ambición para salvar los océanos, informó Lusa.
Bajo el lema "Salvar los Océanos, Proteger el Futuro", la conferencia de la ONU, la segunda sobre los océanos, reunió en Lisboa a unas 6.700 personas, con delegaciones de 159 países, representadas por 15 Jefes de Estado, un vicepresidente y 124 ministros.
El jueves, el secretario general de la Conferencia, Liu Zhenmin, aseguró que el texto de la declaración final está cerrado y que reconoce los "impactos devastadores" de la pandemia de covid-19 en la economía basada en los océanos y, en consecuencia, en la salud humana, con un aumento de los residuos plásticos en los mares.
La declaración será adoptada en la ceremonia de clausura, entre las 15h00 y las 18h00 (misma hora de Luanda), después de un debate matutino sobre el objetivo de desarrollo sostenible 14, protección de la vida marina, y el vínculo con otros objetivos de desarrollo sostenible.
También el jueves en Lisboa, el Presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que Francia será sede de una nueva conferencia de las Naciones Unidas sobre los océanos en 2025, organizada conjuntamente con Costa Rica.
Pues la historia de la conferencia de Lisboa que finaliza hoy es el anuncio de Australia de invertir 1.100 millones de euros durante los próximos 10 años en la preservación de la Gran Barrera de Coral, amenazada por el calentamiento global, o la promesa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de ayudar recuperar anualmente mil millones de dólares perdidos debido al mal uso y manejo del potencial del océano, la "Promesa del Océano".
Kenia, coorganizador de la Conferencia, anunció que aprobará legislación que crea el delito de “ecocidio”, y Colombia la aprobación de la ampliación del área marítima protegida al 30%.
Portugal, a través de la voz del primer ministro, se ha marcado como objetivo en energías renovables oceánicas alcanzar los diez megavatios de capacidad para 2030 y duplicar el número de “status” en la economía azul. También se comprometió a clasificar el 30% de las áreas marinas nacionales para 2030.
Durante la conferencia de la ONU, también se decidió crear una plataforma de cooperación para los países de habla portuguesa para promover la pesca sostenible y combatir la pesca ilegal.
Marcada por algunas manifestaciones, una de ellas pidiendo "menos habladurías y más acción" en defensa de los océanos, y por una "conferencia alternativa" ("Ocean Base Camp"), desde Lisboa se sigue pidiendo el fin de la ilegalidad la pesca y sobre la pesca, a compromisos de limpieza de plásticos del mar, a más inversión en conservación, o a más conocimiento científico.
John Kerry, enviado especial del Presidente de Estados Unidos para el clima, dijo que la guerra en Ucrania no es excusa para descuidar la defensa del medio ambiente, como también mencionó el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa. Y los pequeños Estados insulares, incluido Timor Oriental, pidieron más acciones para abordar los impactos del calentamiento global y la contaminación marina, y pidieron un tratado global sobre plásticos y medidas para restaurar la salud de los océanos.
Y un llamado también del Secretario General de la ONU, António Guterres, para que todos presionen a los gobiernos y autoridades regionales, empresas y comunidades por la urgencia de salvar los océanos.