Brasilia – Por lo menos 100 personas murieron debido a las fuertes lluvias que azotaron la gran Recife, estado brasileño de Pernambuco (nordeste de Brasil), según datos más reciente divulgado hoy por las autoridades locales.
Las fuerzas de seguridad pública y defensa social - lideradas por el Cuerpo de Bomberos Militar de Pernambuco y compuestas por la Defesa Civil, Fuerzas Armadas, Policía Federal y órganos municipales -, también confirmaron que aún hay por lo menos 14 desaparecidos debido a las lluvias que causaron alagamientos y deslizamientos de tierras en la región metropolitana de Recife desde el viernes.
“Para llegar a este número cruzamos una serie de información disponible, como las ocurrencias generadas en el Centro Integrado de Operaciones de Defensa Social, los rescates realizados en las zonas afectadas, las investigaciones realizadas en el Instituto de Medicina Legal y denuncias realizadas por familiares a los servicios de defensa civil y asistencia social”, dijo el secretario de la Defensa Social de Pernambuco, Humberto Freire, en un comunicado.
Según las autoridades locales, los equipos de rescate están trabajando en cuatro áreas de deslizamientos de tierra y dos lugares donde se dice que dos personas fueron arrastradas por las inundaciones. Todas las ocurrencias están en la región metropolitana de Recife.
“Estamos tomando en cuenta, para efectos de la búsqueda, todos los casos en los que hay reporte de persona desaparecida. Hay 14 casos confirmados, con nombres ya identificados, testimonios de familiares, y otros dos en los que un residente señaló la ausencia o cuyo informe es inexacto, pero que también son objeto de atención”, agregó Freire.
Más de 6.000 personas en la región de Recife perdieron sus casas y debieron ser alojadas en albergues, según el último informe de las autoridades.
Se declaró estado de emergencia en 24 municipios de Pernambuco.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sobrevoló este lunes las zonas inundadas y el Gobierno liberó un préstamo de mil millones de reales (unos 198 millones de euros) para ayudar a los damnificados.
El jefe de Estado brasileño, sin embargo, fue criticado por decir que tales desastres son "cosas que pasan", luego de una tragedia similar que mató 233 personas en Petrópolis, cerca de Río de Janeiro, en febrero.
Otras inundaciones mortales ocurrieron a fines del año pasado en los estados de Bahía, São Paulo y Minas Gerais.
Entre la noche del viernes y la mañana del sábado llovió el equivalente al 70 por ciento de lo normalmente esperado para todo el mes de mayo en algunas regiones de Pernambuco.