Londres - El primer ministro británico acusó hoy al presidente ruso de "amenazar directamente la seguridad de toda Europa", tras el bombardeo de una planta nuclear por parte de las fuerzas rusas en Ucrania, informó el sitio web Notícias ao Minuto.
Boris Johnson dijo que las acciones de Vladimir Putin fueron irresponsables, según un comunicado emitido después de una conversación telefónica con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. El primer ministro del Reino Unido promete convocar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU "en las próximas horas".
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, dijo que había hablado con Zelensky tras los ataques rusos que provocaron un incendio en la planta de energía nuclear más grande de Europa en Zaporizhzhia, en el centro de Ucrania. “Estos ataques inaceptables de Rusia deben cesar de inmediato”, escribió Trudeau en Twitter. Las autoridades ucranianas ya aseguraron que los seis reactores de Zaporizhzhia no se vieron afectados y que el incendio solo afectó a un edificio y un laboratorio en el lugar. Zelensky ya acusó a Moscú de recurrir al "terror nuclear" y de "querer repetir" la catástrofe de Chernóbil. La planta de Chernóbil, lugar del peor desastre nuclear civil de la historia en 1986, ahora desactivada pero depósito de desechos nucleares, cayó en manos de las tropas rusas la semana última.
“Cientos de miles de personas han sufrido las consecuencias [de Chernobyl], decenas de miles han sido evacuadas. Rusia quiere repetir eso y ya lo está intentando”, dijo Zelesnky. "Ucrania tiene 15 reactores nucleares. Si ocurre una explosión, es el fin de todo. El fin de Europa. Es la evacuación de Europa", advirtió. Para el presidente ucraniano, “solo la acción europea inmediata puede detener a las tropas rusas. Es necesario evitar la muerte de Europa en un desastre nuclear”. En la madrugada del 24 de febrero, Rusia lanzó una ofensiva militar triple en Ucrania, con fuerzas terrestres y bombardeos en varias ciudades. Las autoridades de Kiev han contabilizado hasta el momento más de 2.000 muertes de civiles, incluidos niños, y, según la ONU, los ataques ya han causado más de un millón de refugiados en Polonia, Hungría, Moldavia y Rumanía, entre otros países.