Ginebra – La ONU y la Unión Africana (UA) exigieron hoy (26) la liberación “lo antes posible” de cientos de personas arrestadas en las recientes protestas en Chad, en las que unas 80 personas murieron debido a la violenta represión policial.
“Pedimos la liberación de estas personas, cuyo único delito fue ejercer el derecho de reunión pacífica, y pedimos a todas las partes que actúen con moderación”, se lee en un comunicado conjunto firmado por los portavoces de las dos organizaciones, Clément Nyaletossi, de la ONU, y Remi Ngoy de la UA.
Los dos también condenaron el uso de la fuerza letal por parte de las fuerzas de seguridad, aunque también denunciaron algunos actos de violencia por parte de los manifestantes tras la intervención policial.
“Las autoridades chadianas tienen la obligación de realizar investigaciones imparciales, rápidas y efectivas sobre las violaciones de derechos humanos que puedan haber ocurrido durante la respuesta a las protestas”, enfatizaron.
Por lo menos 76 personas murieron en las protestas contra el gobierno de transición reprimida por la policía en diferentes ciudades del país el pasado jueves 20 de octubre.
Las protestas fueron convocadas para expresar pacíficamente el desacuerdo sobre la extensión del período de transición en Chad y para exigir que el presidente de transición, Mahamat Idriss Déby Itno, entregue el poder a un líder civil.
El presidente de la República Democrática del Congo (RDC), Felix
Tshisekedi, fue designado “mediador” en la crisis política del Thad por la Comunidad Económica de los Estados de África Central (ECCAS), según el comunicado final de la cumbre extraordinaria celebrada este martes. en Kinsasa.
Representantes de los 11 países de ECCAS se reunieron, por invitación de Tshisekedi, para discutir y nombrar un mediador en el “proceso de transición política en Chad”.
Tras su nombramiento, Tshisekedi se comprometió a “no escatimar esfuerzos para cumplir” su misión y trabajar “por la paz” en la región.
En su declaración final, la cumbre también “pidió al Gobierno y al pueblo de Chad por la paz” y “condenó enérgicamente el uso de la violencia con fines políticos”.
El actual jefe de Estado prometió un referéndum constitucional y unas elecciones que, tras el final de la transición, se organizarían "de forma transparente y tranquila" para "asegurar el retorno al orden constitucional".
Chad ha estado bajo el liderazgo del Consejo Militar de Transición (CMT, junta militar) desde la muerte del expresidente Idriss Déby —padre del presidente de transición— en los combates entre grupos rebeldes y el ejército en abril de 2021.
Tras asumir el cargo, la CMT, encabezada por Déby Itno, de 38 años, anuló la Constitución y disolvió el gobierno y el parlamento.
Durante el diálogo nacional se acordó disolver la CMT y prorrogar la transición por otros dos años, aunque se suponía que duraría 18 meses y finalizaría el 20 de octubre.
El diálogo fue ampliamente criticado y boicoteado por partidos de oposición y movimientos rebeldes por no considerarlo inclusivo.
Déby Itno ha contado desde un principio con el apoyo de la comunidad internacional, encabezada por Francia, la UE y la UA, ya que el ejército chadiano es uno de los pilares de la guerra contra los grupos terroristas en la región del Sahel, junto a las tropas francesas de la misión Barkhane.
Angola de habla portuguesa y Santo Tomé y Príncipe integran la ECCAS.
