Maputo - El titular de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en Mozambique consideró hoy (jueves) que la violencia armada en Cabo Delgado podría abrir espacio para el aumento de las actividades de las redes de narcotráfico.
"Los contextos de inestabilidad naturalmente permiten que algunos grupos criminales intenten aprovechar la situación de tráfico ilícito. Somos conscientes de esto y nuestro trabajo es, junto con el Gobierno, no dejar que estos grupos se aprovechen de las debilidades temporales del país". , declaró Marco Teixeira.
El responsable habló con los medios de comunicación en Maputo, al margen de un "taller" temático que debatió las perspectivas de la reforma penitenciaria en Mozambique, organizado por la UNODC y el Ministerio de Justicia.
En un momento en el que Mozambique es identificado por diversos organismos internacionales como un "corredor para el tráfico internacional de drogas", el titular de la UNODC entiende que es fundamental fortalecer el control, aunque admite dificultades por la extensión del litoral, con más de 2.700 kilómetros.
Seguimos trabajando con autoridades que tienen capacidad de intervención marítima, pero siempre es difícil porque es un litoral amplio y este es un fenómeno que ocurre en diferentes países. Pero nuestro trabajo es seguir luchando contra este tráfico ilícito que debilita al país”, enfatizó Marco Teixeira, quien agrega que el número de detenciones y arrestos que ha registrado el país en los últimos años muestra avances.
“Se incauta más droga y esto significa que, por un lado, las fuerzas policiales y el aparato del Estado son capaces de detectar estos canales y rutas de tráfico ilícito. Pero hay un factor que hay que considerar: si hay un aumento en producción, luego heroína, cocaína o drogas sintéticas, es normal que los canales y flujos internacionales tengan más disponibilidad de drogas”, advirtió.
Las autoridades de Kenia y Tanzania, países al norte de Mozambique, han aumentado la vigilancia en los últimos años, empujando a los traficantes hacia el sur, hacia la costa de Mozambique, "en busca de nuevas rutas y nuevos mercados".
La provincia de Cabo Delgado (norte del país) es rica en gas natural, pero está aterrorizado desde 2017 por rebeldes armados, con algunos ataques reivindicados por el grupo extremista Estado Islámico.
El conflicto armado entre fuerzas militares e insurgentes en Cabo Delgado ya ha provocado más de 3.100 muertos, según el proyecto de registro de conflictos de la ACLED, y más de 800 mil desplazados, según las autoridades mozambiqueñas.
Mozambique cuenta actualmente con el apoyo de fuerzas de Ruanda y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) en operaciones para detener la insurgencia armada en Cabo Delgado.