Addis Abeba – La Comisionada de la Unión Africana (UA), Josefa Sacko, reafirmó el martes en Addis Abeba que el continente sigue estando subexplotado en sus recursos animales, en gran medida debido a desafíos como la nutrición y la salud animal.
La diplomática, que habló en el lanzamiento del Programa Panafricano para la Erradicación de la Peste de los Pequeños Rumiantes en África (PPR), destacó que la mayoría de los países africanos siguen enfrentándose a dificultades para alcanzar un nivel adecuado de seguridad alimentaria y nutricional para una población en constante crecimiento, preservando al mismo tiempo de forma sostenible los recursos naturales.
Según la responsable, una de las soluciones a este desafío está en el sector de los recursos animales, especialmente la ganadería, que constituye un medio de subsistencia crucial para las poblaciones rurales de África y tiene gran importancia estratégica para la seguridad alimentaria y nutricional del continente y para el comercio intraafricano e internacional.
Josefa Sacko destacó que, en ausencia de un aumento de la producción y la productividad ganaderas, la creciente demanda de alimentos de origen animal se verá satisfecha con un aumento de las facturas de importación de ganado para muchos países africanos.
Además, aseguró que la incapacidad de transformar y expandir el sector ganadero africano tendrá efectos indeseables, a saber, la desaceleración del crecimiento de las industrias locales, la falta de oportunidades de empleo, especialmente para los jóvenes y las mujeres, la reducción de los ingresos de los pastores africanos y la pérdida de ingresos fiscales.
“Por lo tanto, al invertir en la producción ganadera sostenible, no sólo estamos impulsando las economías locales, sino también promoviendo el espíritu emprendedor, especialmente entre nuestros jóvenes y mujeres, y reduciendo la migración del campo a la ciudad”, advirtió el Comisionado de la UA.
Según la embajadora angoleña, el sector ganadero africano contribuye, en promedio, al menos con el 40% del PIB agrícola y tiene potencial para generar crecimiento, impulsado por el sistema agroalimentario y la transformación socioeconómica.
“Como continente, necesitamos cambiar esta narrativa y catalizar inversiones, tanto del sector público como del privado, en consonancia con la Declaración de Kampala y la estrategia y el plan de acción del Programa Integral para el Desarrollo Agrícola de África (CAADP), para hacer realidad las aspiraciones de la Agenda 2063, el “África que queremos”, argumentó.
En su opinión, para superar la situación actual, la erradicación de las plagas de los pequeños rumiantes en África contribuirá significativamente a los principales objetivos de la Agenda 2063, fortalecer la seguridad alimentaria y el crecimiento económico, promoviendo la integración regional mediante el comercio seguro de animales y productos animales.
Según el Comisario de la UA, la erradicación de la peste en los animales requiere un presupuesto estimado de 528 millones de euros (un euro equivale a 947,92 Kwanzas) para poner en marcha el programa, lo que requerirá la colaboración de las partes interesadas en la movilización de recursos.
“En este contexto, permítanme reconocer y agradecer el compromiso de la Comisión de la Unión Europea, que pondrá a disposición 100 millones de euros para la erradicación de esta plaga. “Me complace informarles que ya se han liberado ocho millones de euros para la fase preparatoria del programa”, aseguró.
Según datos de la Oficina Interafricana de Recursos Animales de la Unión Africana (AU-IBAR), África tiene alrededor de mil millones de ovejas y cabras, lo que representa el 24% y el 31% de la población mundial de pequeños rumiantes, respectivamente.
La mayoría de los pequeños rumiantes del continente africano se crían principalmente en zonas áridas y semiáridas y constituyen un activo crucial y una red de seguridad para los pobres, especialmente las mujeres y los grupos de pastores, que son vulnerables a las crisis socioeconómicas.
Sin embargo, su producción y productividad se ven afectadas principalmente por la peste de los pequeños rumiantes (PPR), una enfermedad mortal de ovejas y cabras con un gran impacto socioeconómico y comercial.
CS/KS