París - La Agencia Internacional de Energía (AIE) destacó hoy, lunes, que 25 millones de africanos están sin electricidad desde el inicio de la pandemia, pero bastarían algunos terminales de gas natural para abastecer todo el continente hasta 2030.
La pandemia de Covid-19 y la crisis económica que siguió terminaron con diez años de progreso en África, donde 600 millones de personas viven actualmente sin electricidad, según el informe "Africa Energy Outlook 2022" de la AIE.
En comparación con 2019, "un 4% más de africanos viven sin electricidad", dijo el director de la AIE, Fatih Birol, a la agencia de noticias France-Presse.
“Y cuando miro a 2022, con los altos precios de la energía y la carga económica que esto significa para los países africanos, veo pocas razones para ser optimista”, agregó.
El aumento de la eficiencia energética y la ampliación de las redes eléctricas y la generación a partir de fuentes renovables son las bases del futuro energético del continente, subrayó la AIE.
África tiene el 60% de los recursos solares del mundo, pero tiene sólo el 1% de las instalaciones fotovoltaicas, menos que Holanda, subraya el documento sobre las perspectivas energéticas en África.
Las energías renovables, incluidas la eólica, la geotérmica y la generada en embalses, deberán constituir el 80% de la capacidad eléctrica instalada en 2030, tanto para objetivos energéticos como climáticos, defendió la AIE.
Pero será necesario "duplicar la inversión", dijo Birol. Actualmente, “África recibe sólo el 7% de los fondos para energía verde que las economías avanzadas ponen a disposición de los países en desarrollo”, lamentó.
Sin embargo, “este tema del acceso a la energía podría resolverse a finales de esta década con una inversión anual de 25.000 millones de dólares (23.700 millones de euros), la cantidad necesaria para la construcción de una nueva terminal de gas natural licuado cada año”, dijo el director de la AIE. “Lo cual está perfectamente a nuestro alcance”, subrayó.
La AIE destacó el papel potencial del gas natural, de forma transitoria, para producir fertilizantes agrícolas, cemento y agua potable a partir del agua de mar.
“África representa menos del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Si se explotara este gas, sería menos del 3,5%, a pesar de que [el continente] tiene el 20% de la población humana”, dijo Birol.
Por otro lado, la transición global hacia la energía verde es prometedora, no solo por el potencial solar de África, sino también por las oportunidades industriales vinculadas a la creciente demanda de metales e hidrógeno, dijo la AIE.