Londres - África subsahariana ha logrado avances notables contra la pena de muerte en 2022, con una disminución sustancial de ejecuciones y condenas y cuatro países de la región aboliéndola, parcial o totalmente, destaca Amnistía Internacional (AI) en un informe anual.
El número de ejecuciones por pena de muerte registradas en la región se redujo en un 67 %, de 33 en 2021 a 11 en 2022, según el informe anual de la organización Amnistía Internacional divulgado hoy.
Solo dos Estados de la región de Somalia y Sudán del Sur, el número más bajo de países registrado por la organización no gubernamental (ONG) en la región desde 2017, ejecutaron sentencias de muerte en 2022.
Así, las ejecuciones se redujeron drásticamente en comparación con el año anterior: de 21 a seis en Somalia y de nueve a cinco en Sudán del Sur.
También disminuyó el número de sentencias de muerte registradas, de 373 en 2021 a 298 en 2022, en el total de esta región del continente africano, y estas fueron decretadas en 16 países, tres menos que en 2021.
La caída del 20 % en las condenas a muerte se debió a "reducciones notables" en comparación con el año anterior en la República Democrática del Congo (de 81 a 76), Malí (de 48 a 8), Somalia (de 27 a 10), Sudán del Sur (de 10 a cuatro) y Sudán (de siete a uno) con énfasis en Sierra Leona (de 23 a ninguno) ya que el país abolió por completo esta pena en 2022.
A pesar de estas reducciones, dos países del África subsahariana registraron un aumento significativo del número de condenas a muerte en 2022 en comparación con 2021: Kenia (de 14 a 79) y Nigeria (de 56 a 77).
"Al menos 6.168 personas estaban en el corredor de la muerte en el África subsahariana a finales de año, el 51% (3.167) de las cuales estaban en Nigeria", subraya la ONG de derechos humanos.
En 2022, además de Sierra Leona, la República Centroafricana (RCA) abolió la pena de muerte para todos los delitos, mientras que Guinea Ecuatorial y Zambia la abolieron solo para los delitos comunes, manteniéndola para los delitos cometidos en el ámbito de la ley militar.
La disminución sustancial de ejecuciones y condenas en la región no fue seguida en otras regiones del mundo, ya que "el número de ejecuciones (883), registrado en 2022, fue el más alto desde 2017", año en el que se ejecutaron 993 sentencias de muerte, se refiere Amnistía Internacional en su informe.
El fuerte aumento de las ejecuciones conocidas en todo el mundo en 2022 se debió principalmente a la progresión observada en la región de Oriente Medio y África del Norte.
Pero AI subraya que las cifras de su informe anual no incluyen las "miles de ejecuciones que se cree que han tenido lugar en China", donde la organización de derechos humanos no tiene acceso a los datos.