Addis Abeba - Más de 50 millones de personas sufrirán este año "altos niveles de inseguridad alimentaria aguda" en siete países de África Oriental, advirtió hoy la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), un bloque económico de ocho naciones de la región.
Según la edición de 2022 de su informe “IGAD Regional Focus on Food Crises”, los países afectados son: Yibuti, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Uganda.
La "inseguridad alimentaria aguda" corresponde a la fase 3 (crisis) de las cinco fases de la Clasificación de Fases de la Seguridad Alimentaria Integrada (IPC), siendo la siguiente fase 4 una "emergencia" y la fase 5 una "catástrofe".
En un comunicado respaldado también por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, la IGAD señala que más de 50 millones de personas sufrirán la etapa 3 "o peor".
Además, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán del Sur y Sudán se enfrentan a las mayores crisis alimentarias de la región.
Se prevé que unas 300.000 personas se enfrenten a una catástrofe (Fase 5) en Somalia y Sudán del Sur en 2022, con riesgo de hambruna en ocho zonas de Somalia, para septiembre, si la producción agrícola y ganadera escasea, aumentan los costos de los alimentos y la ayuda humanitaria no aumentar.
"Nuestra región ha sido golpeada como nunca antes", dijo el secretario ejecutivo de IGAD, Workneh Gebeyehu, y expresó su temor de que las cifras aumenten porque "las perspectivas para la temporada de lluvias de octubre a diciembre son sombrías".
"La combinación de extremos climáticos, conflictos y desafíos macroeconómicos hace que sea casi imposible que nuestras comunidades, que de otro modo serían resilientes, resistan múltiples impactos", agregó Workneh.
El coordinador subregional de la FAO para África Oriental, Chimimba David Phiri, subrayó que "la situación actual de seguridad alimentaria en el Cuerno de África (Etiopía, Kenia y Somalia) es nefasta, tras el fracaso de cuatro temporadas de lluvias consecutivas, un evento climático que no se había visto en por lo menos 40 años".
"Ahora más que nunca, necesitamos implementar respuestas a corto plazo que salven los medios de subsistencia mediante la creación de resiliencia a largo plazo", dijo Phiri.